Ahora, con rapidez y sin saber muy bien cómo, entre todos estamos desarrollando estrategias, procesos y estructuras flexibles para responder proactivamente a las condiciones actuales.
Nos estamos adaptando a nuevas formas de trabajo: el teletrabajo. Para muchos una nueva forma de trabajo que todavía no habían probado. La tecnología nos ha generado disrupciones pero también nos brinda muchas oportunidades. Nuestra capacidad de reacción-actuación y adaptación está siendo excelente. Estamos aprendiendo a ser productivos, autodisciplinados y autónomos en nuestras tareas profesionales de teletrabajo, tal vez incluso dedicando menos tiempo a realizarlas. Estamos aprendiendo a estar “bien” conectados y comunicados (de nuevo la tecnología nos lo permite y nos ofrece una amplia variedad de apps para ello dependiendo del uso y necesidad de cada momento o actividad) y a filtrar todo aquello que nos llega y que puede desviarnos de nuestras tareas programadas.
Estamos comprendiendo que el trabajo realizado en un lugar concreto/oficina también está por revisar. Sería interesante que nos planteásemos cuántas horas pasamos en familia y con nuestros hijos en relación a nuestro horario laboral, algo que desembocaría probablemente en la conciliación familiar. Sería bueno que hiciésemos una autocrítica de cuántas horas estamos con un dispositivo tan potente en nuestras manos como son los “smart”(?)phones. ¿Los estamos utilizando correctamente?
Si algo empiezo a tener claro desde mi confinamiento es que necesitamos Comunicarnos, no sabemos vivir sin formar parte de un colectivo. De ahí la gran avalancha de mensajes que estamos recibiendo estos días por todos los canales posibles de Comunicación ya sea para trabajar, colaborar, informar o compartir humor, éste último un buen antídoto por cierto.
Con la tecnología a nuestro servicio nos podemos Comunicar, algo fundamental para todos porque necesitamos sentir que pertenecemos a una comunidad y no sentirnos aislados ni vulnerables; somos seres sociales.
Nos toca reinventarnos, repensar(nos), ser creativos, aprovechar y generar nuevas oportunidades, pero también estar organizados para reaccionar y sobrevivir ante situaciones de este calibre con un pensamiento innovador. Tener libertad para equivocarnos (vivimos en la incertidumbre), interaccionando rápidamente entre nosotros, con un uso constante de feedback en un entorno complejo y ambigüo en el que ya no existe una única respuesta sino que hemos de aplicar nuestra capacidad de testar nuevas ideas de manera efectiva.
En esta realidad, hoy necesitamos organizaciones que desarrollen estrategias, procesos y estructuras flexibles para responder proactiva y permanentemente a esas condiciones. Mánagers que acepten que el desafío de la incertidumbre no es un desafío que se pueda enmarcar en un proceso secuencial y predictivo.
Tenemos que revisar nuestra actitud individual y colectiva pues es nuestra actitud la que provocará el cambio real. Tenemos que formular nuevos modelos de negocios mucho más flexibles y variables y con una alta adaptación a una situación inesperada, nuevas formas de consumo mucho más sostenible. Necesitamos rediseñar los propósitos de empresa/marca para que sean más éticos, solidarios, de igualdad, de respecto entre nosotros y de respeto por nuestro planeta.
En definitiva esta pandemia global nos está dando Tiempo para frenar la forma en que actuamos y consumimos, provocando una desaceleración económica, y una revisión a una crisis que ya no es sólo sanitaria, ahora es una crisis a nivel social, económico, político y cultural. Tiempo para mejorar la forma en que pensamos y en cómo reaccionamos ante una CRISIS inesperada.
Entre todos hemos provocado un “Error de Sistema” que ahora hemos de saber Reiniciar… pero ¿sabemos cómo?
Time to rethink everything
Nuria Antolí
*Os recomiendo un buen libro que ayuda a entender la situación de la crisis actual: “21 Lecciones para el s. XXI” de Yuval Noah Harari
rethinkeverything vuca cambios crisis adaptacion flexibilidad cocreacion nuriaantoli